Hoy escribo con miedo. Todo por culpa de mi vestido amarillo. Lo llevo encantada, pega con todo y disimula que este verano -como todos los veranos, para qué mentir- no he conseguido ponerme decentemente morena.
PERO.
Pero ha habido tres personas que me han dicho "¡Ohhhhh, eres un limoncillo!". Creo que han descubierto mi identidad secreta...
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